viernes, 19 de septiembre de 2008

SOmos seres espirituales o simplemente somos lo que nuestro cerebro es?

¿Somos seres espirituales o simplemente somos lo que nuestro cerebro es?


sábado, 01 de octubre de 2005
El cerebro humano posee algo que lo distingue esencialmente de otras especies: poseemos 3/4 partes del cortex sin usar al nacer. Estan en blanco y no poseen funciones determinadas. Se llenan con las experiencias vividas tras nacer. Esta flexibilidad nos proporciona una capacidad de entregar cultura y conocimientos a las futuras generaciones de manera distinta a la genética, esto es algo que solo posee el cerebro humano.
Alguien dijo: “Si el cerebro fuera tan simple que pudiéramos entenderlo es que seriamos tan simples que no podríamos entenderlo”. El carácter, la locura, la memoria son contenidos de una complicada matriz de centros del habla, circuitos eléctricos, fibras motoras, etc. Somos lo que nuestra neuroquimica es. Cambia su composición y cambiará inmediatamente la percepción que tengamos del mundo. Cambia la mezcla y el mundo cambia. Entonces la personalidad es química!!. ¿Dónde esta el yo?
Ante la evidencia de la influencia neuroquimica, este es el gran dilema. El cerebro esta compuesto por el Bulbo Raquídeo, Cerebelo, Cerebrum, Cerebro Reptiliano, Cerebro Paleomamifero y Cerebro Neomamifero y Córtex. Cada uno de ellos posee su propia manera de inteligencia, su propia manera de evaluar, su propia subjetividad, sentido espacial y memoria. El Neocortex es el último elemento añadido a esta estructura y la posee el ser humano en mayor extensión que cualquier otra criatura en la tierra. Esto nos ha proporcionado inventiva y capacidad de abstracción( crear una idea a partir de otras).

Esto quiere decir que somos el resultado de la interacción de tres cerebros distintos actuando coordinadamente. Si se separan resultaría que existiría un cuerpo y tres personalidades, tres individuos distintos. Cada uno creado en un momento de la evolución. Cada nuevo aporte no substituyó el anterior sino que ocupo un nuevo espacio.

La naturaleza gestó la maquina y nuestra propia experiencia creó al individuo que somos o creemos ser, ¿eso quiere decir que somos una maquina biológica sin alma?, ¿Es el YO, algo metafísico que colabora con el cerebro a modo de intermediación con el cuerpo y con el mundo exterior?. Una cosa es clara: El ser humano es ser humano entre humanos. Un ser humano criado fuera de los códigos y comportamientos humanos aprende a ser algo no humano, algo subhumano.

La violencia y la sociabilidad podrían depender en gran medida de la capacidad de expresar afecto y empatia de los familiares sobre los niños. Los países mas afectuosos disfrutan de sociedades mas pacificas y tranquilas.

Se ha llegado a la demostración experimental de que el afecto cambia literalmente la física y química del cerebro. Tanto en monos aislados de sus iguales como en humanos con muy escasa interacción con otros seres humanos o con muy poco afecto en la infancia los resultados son clarísimos: autismo y violencia en monos resus y similares reacciones en los humanos. Por eso: ¡Ninguna caricia o afecto debe sobrar cuando se trata de los niños!.

El sistema limbico es algo especial: no sabe leer ni escribir, no parece muy dotado pero es quien nos da los valores básicos de la existencia, que nos gusta y que nos gusta de manera “instintiva”, este cerebro reptiliano es de la época en que los animales comenzaron a conquistar tierra firme y lo tenemos hasta hoy.

El cerebro y la influencia neuroquímica
Las endorfinas, son drogas que se forman dentro de nuestro propio cuerpo, que producen efectos analgésicos, las cosas placenteras, la emoción ante la música, proporciona premios o castigos según la cultura, la sociedad y el entorno en el cual nos criemos. El comportamiento estaría controlado por la anticipación de este tipo de descargas premio-castigo. Los solitarios compulsivos y satisfechos necesitan menos endorfinas de placer y premio y por eso no necesitan recibir estímulos premiantes desde su exterior: les basta los propios, a diferencia de los solitarios frustrados.
Al parecer los trastornos depresivos tienen cierta predisposición genética ligada a la sensibilidad anormal a un neurotrasmisor, la acetilcolina en el cerebro, pero también tienen origen en el entorno del individuo, otros trastornos como la esquizofrenia también tendrían una influencia genética.

El Cerebro, el amor y fidelidad
A diferencia de los románticos lo cierto es que el amor se procesa en el cerebro y no en el corazón. Las zonas cerebrales activadas por los sentimientos amorosos son las conocidas por la sensibilidad a la oxitocina, un químico portador de mensajes vinculado con sensaciones como la euforia, el placer y el amor, es tal su importancia que es llamado la “hormona del amor”. La conducta maternal también esta ligada a esta hormona, los cuales fueron demostrados en laboratorios con animales que modificaron su conducta a tal punto de adquirir conductas maternas sin serlo cuando les administraron esta hormona artificialmente.

En un estudio con ratones(uno de comportamiento monógamo y otro promiscuo) se descubrieron la influencia de una proteína la vasopresina, en este estudio, en ambos tipos de ratones la ubicación en el cerebro del gen receptor de la vasopresina es diferente. Los ratones monógamos, tienen muchos receptores de vasopresina, mientras que en los ratones promiscuos sencillamente no existen. El experimento consistió en tomar genes receptores de vasopresina de los ratones monógamos e implantarlos en la misma zona del cerebro de ratones promiscuos. El resultado fue sorprendente, los ratones promiscuos adoptaron un comportamiento fiel a sus parejas. El experimento ha despertado gran interés por el significado que pueda aportar a las relaciones humanas, donde la infidelidad afecta a entre un 15% y un 75% de las parejas estables, según diversos estudios.
¿Somos seres espirituales o simplemente somos lo que nuestro cerebro es?



El valor y el arrojo tiene una base quimica
En Mayo del 2001 un psiquiatra español descubrio una relación entre la monoamiooxidasa y el valor y arrojo. Parece ser que las personas con escasez de este elemento buscan en acciones arriesgadas la creación de este componente, mientras que las personas que disponen de él en suficiente cantidad no necesitan crear situaciones de tensión (que parece ser las que las generan) para proporcionárselas. Esto significa que las personas que son arriesgadas, audaces, excéntricas y asociales sufrirían de una carencia y tratan de llenarlas con situaciones de riesgo a diferencia de las personas tranquilas, aplomadas, meditativas que tienen poca acción y no necesitan generar mas. El psiquiatra también descubrió que el ser humano aumenta la presencia del monoamiooxidasa(MAO) al ir madurando y envejeciendo, esto explicaría la actitud del ser humano al ir envejeciendo.

¿Donde se origina la idea de Dios?
Hasta hace unos 2000 años antes de Cristo el ser humano era bicameral, esto es: no habia introspección y se solían confundir los mensajes internos del hemisferio derecho (mudo, emocional), con voces “divinas”. Cualquier “voz interior” era considerada inspiración directa desde los dioses. Por esto la gran cantidad de mitología y magia en estas épocas de la humanidad. Según esta afirmación la idea de un Dios tendría su origen en nuestro propio pensamiento y emociones generadas por una parte de nuestro cerebro que en realidad no controla el habla, no puede transmitir ideas al exterior directamente y todos los mensajes, teóricos o emocionales deben pasar por el procesamiento del otro lado del cerebro para ser enviados al exterior.

El Dr. Michael Persinger de la Universidad de Laurentian, afirma haber conseguido mediante una técnica de estimulación magnética transcraneal(TMS), que varios individuos crean haber sentido la presencia de Dios o alguna experiencia mística similar. En un experimento para intentar aumentar la inteligencia creativa, unos individuos fueron sometidos a una serie de pulsos magnéticos através del craneo, durante los cuales estos decian notar una presencia invisible y sentirse conectados con todo el mundo. El Dr. Persinger piensa que interferencias magnéticas de origen natural podrian estar detras de las experiancias místicas, experiencias paranormales, apariciones fantasmales e incluso abducciones alienígenas. Persinger ya había postulado en 1995 que mediante la estimulación magnética transcraneal (TMS) se podría alcanzar el control de la mente de un individuo.

De hecho, Persinger está intentando identificar y catalogar esos algoritmos fundamentales, para una serie de pulsos magnéticos específicos que correspondan a una reacción dada en el cerebro. Uno induce las sensaciones misticas mencionadas anteriormente, otro induce una sensación general del bienestar, mientras que otro crea despertar sexual. Persinger cree que otros se podrían descubrir, por ejemplo uno para accionar el sistema inmune.

Neuroteologia
En la neuroteología, los neurólogos y psicólogos intentan descubrir que regiones se activan y desactivan durante la experiencia que parece existir fuera del espacio y tiempo. Por otro lado, las investigaciones recientes se basan en tratar de identificar los circuitos cerebrales que tienen mayor actividad durante la experiencia de la meditación.

En un experimento publicado por el Dr. Andrew Newberg de la Universidad de Pennsylvania y su colaborador Eugene d’Aquili, utilizan imágenes cerebrales que obtuvieron de Budistas Tibetanos perdidos en la meditación y de monjas Franciscanas durante el rezo profundo para lograr identificar cuál es el circuito espiritual cerebral y para explicar como los rituales religiosos tienen el poder de movilizar a los creyentes y no creyentes por igual.

La experiencia espiritual
El área de orientación requiere información sensorial para realizar sus cálculos. “Si se bloquea la información sensorial a esta región, como se hace durante la intensa concentración al meditar, uno evita que el cerebro produzca la distinción entre el yo y el resto”, dice Newberg. Sin la información de los sentidos, el área de la orientación izquierda no encuentra la frontera entre el yo y el resto del mundo. Como resultado, el cerebro parece no tener opción y “percibe al yo como interminable e íntimamente interconectado con todo,”escriben Newberg y d’Aquili en su libro. El área de orientación derecha, también privada de información sensorial parece permanecer en una sensación de espacio infinito. Los meditadores sienten que han tocado al infinito o al cielo. Pero lo cierto es que “no hay manera de determinar si los cambios neurológicos asociados con la experiencia espiritual significan que el cerebro está causando esas
experiencias.... o si con certeza esta percibiendo una realidad espiritual”.

Es posible que los científicos nunca resuelvan la pregunta más importante de todas: si nuestros circuitos cerebrales crearon a Dios o si Dios creó nuestros circuitos cerebrales. Cualquiera que uno crea es, finalmente, una cuestión de fe.

Sir John C. Eccles, Neurólogo y premio Nobel de Medicina en 1963 por sus trabajos sobre el cerebro destacó:
Puesto que las soluciones materialistas no consiguen dar cuenta de nuestra singularidad tal como se da en la experiencia, me veo obligado a atribuir la singularidad del yo o alma a una creación espiritual o sobrenatural. Dicho en términos teológicos: cada alma es una nueva creación divina... Afirmo que ninguna otra explicación resulta sostenible... Esto supone reconocer no sólo al Dios trascendente, creador del cosmos, el Dios en el que creía Einstein, sino también al Dios amoroso a quien debemos nuestro ser.

El dualismo neurofisiológico de Eccles deriva finalmente a un planteamiento religioso puesto que identifica la mente con el alma, objeto de la creación divina.

Nuestros tiempos se caracterizan por descubrimientos científicos extraordinarios y por sus aplicaciones prácticas. ¿Quién no queda impresionado por ello? No obstante, no olvidemos que el conocimiento y las aptitudes técnicas no llevan a la humanidad a una vida digna y feliz. La humanidad tiene todo su derecho a colocar a aquellos que expresan valores morales por encima de aquellos que descubren la realidad objetiva. Lo que la humanidad debe a Buda, Moisés y Jesús es mucho más importante que el éxito de las investigaciones realizadas por las mentes de científicos. La humanidad debe defender con todas sus fuerzas las enseñanzas de estos grandes hombres si no quiere perder su "raison d"etre", la certidumbre de su destino y la alegría de su existencia.
ZoyZho11

fuente:http://www.redplanetaria.com/4/content/view/1605/46/

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